El ahorro energético es una consideración estratégica esencial para la industria, permitiendo un mejor control del presupuesto y mayor competitividad. Para este propósito el «peak shaving» se ha convertido en una herramienta clave que ayuda a reducir el consumo eléctrico en la industria.
El Peak Shaving es una estrategia de gestión de la demanda eléctrica que consiste en reducir el consumo de energía durante las horas de mayor demanda. En términos prácticos, el Peak Shaving permite reducir de la cantidad de energía comprada a las empresas de servicios públicos durante las horas de mayor demanda de energía.
El concepto de peak shaving está ganando terreno en la industria debido a su relevancia en el ahorro energético. Este sistema se centra en suavizar y aplanar estos picos puntuales de demanda eléctrica.
El objetivo principal es estabilizar el consumo eléctrico de la empresa para disminuir el término fijo.
Las ventajas del peak shaving son múltiples. Primero, se logra reducir los costes asociados al consumo adicional durante los picos de demanda, además al estabilizar el consumo, se obtiene una mayor previsibilidad en el gasto energético.
Para aplicar el peak shaving, es necesario contar con una reserva de energía adicional para los momentos de alta demanda, sin depender de la red eléctrica. Una solución eficaz son los sistemas de almacenamiento energético basados en baterías de litio LFP de alta capacidad.
Estas baterías se cargan durante las horas de menor demanda o con energía solar durante el mediodía, aprovechando así períodos de bajo costo o incluso obteniendo energía de forma gratuita. Cuando se presentan los picos de demanda, se utiliza la energía acumulada en las baterías.
El uso de almacenamiento energético con baterías permite a las empresas contratar una potencia menor y evitar penalizaciones por exceder la demanda máxima permitida por el maxímetro.
Controlar constantemente el sistema de energía es fundamental para que el peak shaving funcione bien.
Este tipo de control permite seguir con detalle y en tiempo real cuánta energía consume la empresa. Al estudiar los datos que se recopilan, se pueden descubrir patrones y tendencias de uso de energía.
Si se pueden predecir estos picos, la empresa puede actuar por adelantado para mejorar la gestión de su consumo energético. Esto incluye ajustar el uso de la energía almacenada de forma inteligente, decidiendo cuándo y cómo usarla.
Además, con esta supervisión, se pueden hacer cambios en tiempo real, adaptándose a las fluctuaciones del consumo. Este tipo de flexibilidad permite a la empresa reaccionar rápido ante cambios inesperados en la demanda.
Como podemos ver, un control eficaz no solo ayuda a ahorrar dinero mediante el peak shaving, sino que también contribuye a una gestión energética más eficiente, sostenible y adaptable.
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