El inicio de 2025 nos dejó un dato preocupante: el precio de la electricidad alcanzó picos de hasta 1.000 euros/MWh en algunas franjas horarias del 1 de enero, un récord que pone de manifiesto la volatilidad y los riesgos del mercado eléctrico en España. Aunque esta subida de la luz fue consecuencia de un error puntual en el mercado de ajustes, corregido posteriormente por Red Eléctrica de España (REE), no deja de ser un recordatorio de la vulnerabilidad de las empresas frente al mercado eléctrico.
Además de este hecho excepcional, el contexto general no es más alentador. A partir de este año, el IVA de la electricidad ha vuelto al 21%, lo que supone un incremento directo en la factura energética de las empresas. Para sectores industriales y comerciales con un alto consumo energético, como el plástico, el agroalimentario o el textil, esto supone un golpe directo a los costes operativos y, por tanto, a su competitividad.
¿Cómo afecta esta situación a las empresas?
Este pico de precios, aunque puntual, refleja la inestabilidad del mercado eléctrico, una tendencia que hemos visto en los últimos años y que no tiene atisbos de frenarse. Ante esta subida de la luz, las empresas se enfrentan a una triple amenaza:
- Volatilidad del mercado: El precio de la electricidad puede dispararse en cuestión de horas, dificultando la planificación y generando incertidumbre en los costes.
- Mayor carga fiscal: El aumento del IVA del 5% al 21% incrementa los costes energéticos en un momento crítico para muchas empresas.
- Dependencia de la red: Seguir dependiendo exclusivamente del mercado eléctrico significa estar expuesto a sus fluctuaciones, lo que afecta directamente a los márgenes de beneficio y la sostenibilidad económica de las empresas.
La oportunidad de actuar: autoconsumo y almacenamiento energético
Ante este panorama, las empresas tienen la oportunidad de tomar el control de su energía. El autoconsumo fotovoltaico, combinado con sistemas de almacenamiento energético, no solo reduce la dependencia de la red eléctrica, sino que también aporta estabilidad y ahorro a largo plazo.
- Protección frente a picos de precios: Con una instalación fotovoltaica, las empresas pueden generar su propia energía y utilizarla en los momentos que más la necesiten, sobre todo en el que las tarifas son más altas.
- Independencia energética: El almacenamiento permite almacenar el excedente de energía generado durante el día para usarlo en horas de mayor demanda o en situaciones de emergencia, como pueden ser los apagones.
- Reducción de la huella de carbono: Además de los beneficios económicos, estas soluciones contribuyen a la sostenibilidad y mejoran la imagen de la empresa.
Cubierta Solar: tu aliado en la transición energética
En Cubierta Solar ayudamos a las empresas a blindarse frente a estas fluctuaciones. Nos encargamos de todo el proceso, desde la consultoría y diseño hasta la instalación y mantenimiento, para garantizar una solución adaptada a cada cliente.
El incremento del 1 de enero es un recordatorio de que los mercados eléctricos son impredecibles. Ahora es el momento de actuar para proteger tu negocio y asegurar tu estabilidad energética a largo plazo.
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