La ola de calor sufrida este mes de agosto ha tenido consecuencias más allá del termómetro. Según los datos registrados, el impacto del aumento de temperaturas en la factura eléctrica ha sido inmediato: unos 18 euros más al mes en los hogares con tarifa regulada, y una subida mucho mayor para empresas, especialmente aquellas con consumos elevados o necesidad de climatización continua.
Este incremento se traduce en miles de euros adicionales para industrias, comercios y explotaciones agrícolas que durante estas semanas han tenido que intensificar el uso de sistemas de refrigeración, aire acondicionado o ventilación para proteger tanto sus instalaciones como a sus trabajadores.
El calor también se paga
En verano, la electricidad se vuelve un bien aún más estratégico. Las altas temperaturas obligan a mantener naves industriales, oficinas y espacios comerciales en condiciones óptimas, lo que dispara el consumo energético, sobre todo en las horas punta. Y aunque este agosto ha sido uno de los más calurosos registrados en los últimos años, no será el último.
El problema no es solo el calor. Es el precio de la luz en momentos de alta demanda, que puede dispararse en tramos horarios coincidentes con la jornada laboral, afectando directamente a la rentabilidad de las empresas.
Autoconsumo y almacenamiento: la solución frente a los picos
En este contexto, contar con una instalación de autoconsumo fotovoltaico acompañada de sistemas de almacenamiento energético no es solo una opción sostenible, sino una herramienta estratégica de ahorro y control.
Una cubierta solar bien dimensionada habría permitido a muchas empresas:
- Generar su propia energía en las horas de mayor radiación solar, que coinciden precisamente con los picos de consumo.
- Reducir la entrada de calor en las naves gracias al efecto de aislamiento térmico que ofrecen los paneles solares sobre las cubiertas.
- Almacenar el excedente de energía en baterías LFP (litio-ferrofosfato) para usarla por la tarde, cuando la temperatura sigue alta y la red cobra más por el suministro.
Además, con la tecnología actual, una empresa industrial puede cubrir hasta el 40-60% de sus necesidades energéticas con autoconsumo y almacenamiento, lo que se traduce en ahorros significativos y una protección frente a futuras olas de calor… o subidas de precio.
Planificación energética para un futuro climático cambiante
La realidad del cambio climático no solo se mide en grados, sino también en costes. El calor seguirá marcando récords, y con ello, el precio de la electricidad.
En Cubierta Solar, desarrollamos soluciones personalizadas para que cada empresa pueda tomar el control de su energía: desde cubiertas solares a huertos fotovoltaicos o pérgolas fotovoltaicas con baterías.
Invertir en autoconsumo con almacenamiento es, hoy más que nunca, una forma de blindar tu competitividad.
El próximo pico de calor llegará. La pregunta es: ¿estará tu empresa preparada?