El almacenamiento energético y el autoconsumo convencen a la industria de la Comunidad Valenciana que ha empezado a pisar el acelerador de la petición de estudios y proyectos para incorporar a las empresas baterías de alta capacidad. Este auge, motivado en gran parte por los precios de la electricidad, fue uno de los puntos abordados hoy en la Jornada «Innovación y autonomía eléctrica», celebrada en Paterna (Valencia) por Cubierta Solar junto a Vestel Ingenieros.
La cita, que ha reunido esta mañana a más de una treintena de empresas y profesionales del sector, ha contado con la participación de la Secretaria Autonómica de Economía Sostenible, Empar Martínez Bonafé, quien destacó el buen momento que afrontan las energías renovables en el ámbito de la industria. «La siembra en las renovables ha empezado a germinar y prueba de ello en la Comunidad Valenciana son las más de 20.000 instalaciones que sitúan a la industria en una posición referente”.
La secretaria autonómica ha recordado también que las subvenciones para proyectos de autoconsumo y baterías -con cuantías de hasta un 65%- estarán activas hasta 2023 y hay «previsión de ampliar fondos para seguir impulsando esta transición energética”.

Por su parte el gerente de Cubierta Solar, Luis Navarro Buciega, ha analizado las posibilidades que las baterías representan para la industria poniendo el foco en proyectos pioneros en la Comunidad Valenciana como el de la empresa Tescoma, que ha conseguido reducir a 0 el consumo de red en la franja diurna, o la compañía textil TexAthenea que contará con la primera megabatería industrial de 2 MWh.
En la vanguardia del ahorro energético
La resolución positiva de las primeras subvenciones coordinadas por el IVACE ha actuado, según explicó, como revulsivo para muchas empresas al ver que las cuantías alcanzan los cerca de 400.000 euros para la instalación de baterías. «Un buen argumento para dar el paso y situarse a la vanguardia que se suma a las cifras de ahorro»
«Estamos hablando que producir 1MWh de electricidad con autoconsumo fotovoltaico tiene un coste neto de unos 15 euros el MWh, mientras que en el mercado el precio fluctúa entre 200 y 300 euros el MWh bruto. Por su parte, almacenar 1MWh de energía tiene un coste de unos 70 euros el MWh. Una tecnología que con las subvenciones baja a la mitad la inversión, con lo que las cuentas salen», explicó Luis Navarro.
Por su parte, Manuel Suárez, Responsable de Transformación Energética de Vestel Ingenieros, ha comentado que, a pesar de que estar en un sector maduro y con mucha competencia aún tiene mucho potencial. “No sé trata de realizar una instalación de autoconsumo con antivertido, sino de explorar otras alternativas e innovar en este sector”, confirmaba Suárez, quien ha destacado el almacenamiento y la gestión de excedentes como dos grandes opciones.
Suárez puso como ejemplo a seguir el caso de éxito de un Burger King ubicado en Toledo cuyo local se encontraba en una situación precaria a nivel energético. «Tras realizar un estudio e instalar un sistema de almacenamiento conseguimos que la actividad del local no se viera alterada”. En cuanto a los puntos de vertido afirma que son una de las empresas pioneras a nivel nacional en la gestión de puntos de vertido para instalaciones de autoconsumo.
La jornada, celebrada en las instalaciones de Vestel Ingenieros, contó también con la participación de la CEO de la compañía, Sara Díez, y el COO, Javier Taberner.
